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Bé, perdoneu-me aquests post però avui em pesen els collons com un parell de boles de formigó. Aquests dies he agut de sentir tantes cabronades... Excepcionalment redactaré en castellà, sóc fill de l’escola pública i la immersió lingüística i crec que puc expressar-me perfectament en els dos idiomes. Vamos allá pues, con alguna conversación que he tenido a raíz de las elecciones:

Me cuenta Lola, una amiga lesbiana que se casó hace unos meses, que el domingo no piensa ir a votar, que para ella los del PP y los del PSOE son la misma cosa: putos políticos. Me callo, como os he dicho, es una amiga y tampoco va a querer escucharme, los histéricos suelen ser personas duras de mollera, buena gente, pero ni con cornetilla... Prefiero seguir dándole vueltas a lo que le diría: “mira tía, quizás sean la misma mierda, pero con el de la americana prieta ni te hubieras podido casar, ni tendrías la custodia de tus hijos, ni te hubiera salido gratis la operación. Sabes, yo votaré porque no me apetece volver a gritar en las manifestaciones de tus amiguitas como un perro sin amo.”

Mi sobrino de 19 años, un hijo puta la mar de simpático, me dice que los políticos se la sudan. Él es auténtico, un enamorado de la música radioactiva y follar con condón de burbujas, uno de esos que va pegándole patadas a las paredes y meándose sobre los coches de lujo los sábados de luna llena. Me confiesa que a él, el domingo, le gustaría cagarse de canto en la raja de la urna… Es mi sobrino y lo aguanto, aunque anteayer le diera unos euros para que fuera a comprarse un bote de champú Zincation Plus, no soporto ver nevar cuando me habla. ¡Ay! Supongo que el domingo debo ir a votar, aunque sólo sea para que no exploten en un chiringuito de playa a esta juventud tan entrañable, como le pasó a los camareros de antes que por cuatro chavos les hacían pelar las patatas hasta con las uñas.

Martina, una argentina que me ha descubierto la grandeza del mate, me cuenta que ya tiene un contrato de trabajo y que pronto, después de mucho sufrimiento, va a poder legalizar su situación. Me dice que le encantaría votar y que escriba en mi bloc si al yerno de Aznar, un tal Tarik Agag, árabe hasta el agujero del prepucio, también le van a hacer el famoso examen. Me dice que ese tal Mariano no tiene vergüenza, que en los buenos tiempos su patria, Argentina, puso un plato de papas a todos aquellos compadres gallegos que hasta se les caían los dientes del hambre que llevaban. Me dice que apunte porque se siente herida: casposo, purria, rencoroso, revanchista… vete a disecar a los gatos capaos antes que sus pudran.

Bien, acabo porque me saldría de madre. Creo que la gente de izquierdas el domingo debemos ir a votar. No solo tenemos la oportunidad de ganar, eso ya está hecho, sino de enterrar a esa gente rancia, mal educada, belicosa y cavernícola EJPAÑA.

Izquierdas, porqué no es lo mismo (yo PSC, pero cada uno con la suya)… todos juntos contra la derecha. Los vamos a mandar a tomar por culo, y como dijo mi querida Chacón, ¡Guapa!, quien tenga dudas que escuche la COPE.

vladimir